
Okariz es un pequeño pueblo de la llanada alavesa, de 44 habitantes. Durante el domingo de carnaval se reune un grupo de unas 20 personas disfrazadas y hacen una ronda por las casas pidiendo dinero. Con el dinero de la colecta se paga una merienda en la sociedad.
La principal característica del carnaval de Okariz es que los “porreros” van en completo silencio. No hay música, ni cantos, ni ningún otro jolgorio típico de los carnavales. Los porreros se juntan en silencio y van por las casas sin hablar, comunicándose mediante señas, con la inquietud que eso provoca. Las voces que se escuchan en la grabación son de los dueños de las casas y algún perro espantado por la visita. Cuando acaban el paseo por el pueblo les preguntamos por la razón del silencio: “Es que esto es un pueblo muy pequeño, y si hablas, enseguida te reconocen”.
Autor: Asier GogortzaFecha: 15/02/2015